La terapia de PRP es un procedimiento cosmético utilizado para el rejuvenecimiento y mejoramiento de la piel. Es adecuada tanto para el rostro como para el cuerpo. Su esencia y principal ventaja radican en la activación de los procesos naturales de restauración de la integridad, textura, color y tersura de la piel mediante la inyección del plasma propio del paciente.
La terapia de PRP es efectiva no solo para mejorar la condición y rejuvenecer la piel facial, sino también para mejorar la piel en varias áreas del cuerpo. Puede ayudar a detener la caída del cabello, promover su engrosamiento y belleza. La técnica rejuvenece eficazmente la piel de las manos, el cuello y el escote, hidratándola, volviéndola más firme y eliminando las estrías que puedan haber aparecido después de la lactancia. La terapia de PRP también puede ayudar a restaurar la firmeza y mejorar la condición de la piel en el abdomen y los muslos si hay estrías presentes.
LA TERAPIA DE PRP ESTÁ INDICADA EN LOS SIGUIENTES CASOS:
– Piel flácida y desvitalizada, que ha perdido firmeza y elasticidad. – Arrugas, cicatrices superficiales. – Sequedad y descamación de la piel. – Acné, acné posterior. – Hiperpigmentación. – Consecuencias de una exposición excesiva al sol. – Celulitis, estrías. – Recuperación de la piel después de tratamientos láser o peelings químicos. – Caída del cabello.